Educar para la paz es fortalecer las cualidades humanas. Incluir la música en la currícula sensibiliza el desarrollo de la mente y el corazón de niñas, niños y adolescentes.

Por: Memo Méndez Guiu
En mi opinión, la música es esencial en el desarrollo humano, porque todo lo que existe está formado de los dos elementos de la música: la frecuencia (el tono musical), y la vibración (el ritmo).

Entre más rápido vibra algo, más alto es su tono. Si algo vibra muy lento es más sólido como una piedra; si vibra rápido es más ligero como el aire.
Desde que un bebé se está formando dentro de la panza de su madre biológica, ya está escuchando el corazón que es un ritmo; los sonidos de la voz y del mundo exterior son melodías. Así que nosotros mismos ya somos música al igual que todo lo que existe.

La música es el idioma universal de la vida. Los animales, por ejemplo, y hasta los planetas cantan, hacen música. Todo lo que existe es música; la música es muy poderosa para los seres humanos. Afecta nuestros sentimientos y pensamientos, nos acompaña todo el tiempo.

La ciencia ha demostrado que las personas que tocan un instrumento o cantan, pueden desarrollar más su inteligencia y sensibilidad. Por ejemplo, en las escuelas donde se canta o la música es uno de los protagonistas hay menos violencia; los estudiantes aprenden más y mejor.

Para mí la música ha sido mi maestra de vida, me ha acompañado en cada momento. Desde los 9 años decidí que quería ser músico y empecé de manera autodidacta a enseñarme solo. Aprendí a tocar muchos instrumentos como la batería, el bajo, la guitarra, la armónica, la flauta y el piano. A Los 9 años compuse mi primera canción, a los 10 años compuse 3 más y de los 11 a los 15 años compuse 500 canciones. Ahora ya tengo más de 2000 piezas de música de mi autoría.

No tuve maestros de música hasta que tenía 16 años, pero mi espíritu y la música dentro de mi fueron mis maestros. Hay muchos músicos que se dedican a la música y no saben leer o escribir música. Esto es posible porque la música es el idioma del espíritu y no de la mente.
El espíritu y alma que somos saben comunicarse con la música sin estudiar porque la música es el lenguaje del amor, y todos sabemos amar… porque somos amor disfrazados de personas.

Debemos tener música en nuestra vida, ya sea para escuchar, bailar, tocar o cantar. Esto nos hará personas más felices, inteligentes y sanas.

¿Te imaginas que todos los niños en sus escuelas tuvieran la oportunidad de escuchar, conocer y aprender música?
¿Te imaginas que todas las escuelas tuvieran un espacio para la música accesible a sus estudiantes?